martes, 12 de octubre de 2010

Osvaldo Venturi, el artista traicionado por la técnica y la economía

Una de las cosas más difíciles de conseguir cuando uno investiga la historia de los afiches en el país, es información acerca de los dibujantes que se dedicaron al rubro, incluso sobre Osvaldo Mario Venturi, el más reconocido de ellos. Aún así, a veces aparecen cosas como la siguiente, un artículo publicado en la revista DIBUJANTES Nº 31 de junio de 1961.
Infinitas gracias a Carlos R. Martínez que me envío las imagenes escaneadas del artículo original.
Es interesante hacer notar la influencia que hoy en día ejerce el problema económico en nuestro medio artístico, donde existen valores de extraordinarios quilates que no llegan al público con la debida frecuencia; y aún cuando logran alcanzar ese preciado galardón, vemos que sus trabajos reproducidos difieren notablemente de los originales.

El caso del extraordinario afichista cinematográfico Osvaldo Venturi es, quizá, el ejemplo más grafico de lo dicho anteriormente.

Venturi es uno de nuestros mejores artistas. Estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes de la que egresó en 1923. Siguió luego los cursos superiores a cargo de Rigamonti. Hizo más tarde grabados con el célebre Collivadino y después fue profesor en la mutualidad de la casa de estudios de la cual egresara.

El afiche va ganando por esa época a este brillante artista argentino y es entonces cuando conquista galardones en diversos concursos, organizados por “Cervecerías Quilmes”, “Junta Reguladora de Vinos”, “Caja Nacional de Ahorro Postal”, etcétera. Asimismo, comienza a ejecutar los afiches para diversas películas de Demare, Soffici y otros directores.

Ya era Venturi un notable valor dentro del “afiche argentino” cuando la situación que hemos mencionado en el encabezamiento de esta nota priva sobre la labor futura del artista. Y Osvaldo Venturi pasa a convertirse, en el período comprendido entre 1940 y 1950, en el realizador más destacado y de mayor difusión, tanto en el afiche mural como en el aviso periodístico. Y es que para esa época, “Guaranteed Pictures” lanza una enorme cantidad de reposiciones fílmicas, las que introduce en el mercado cinematográfico local mediante certeras campañas publicitarias, tanto en la vía pública como en los diarios y “halls” de las salas de proyección; siendo nuestro artista, con su inconfundible estilo, el realizador exclusivo de dichos trabajos. Y a la calidad de éstos se aúna el factor técnico, ya que la “empresa distribuidora” entrega a una importante compañía litográfica la ejecución de los afiches de Venturi, hecha con tan meritoria fidelidad que los originales del artista – a la aguada, al pastel o al óleo – parecían estar pegados en las paredes de nuestras ciudades.

Como a fines de la época ya mencionada otras importantes empresas comienzan a solicitar los servicios del calificado dibujante para respaldar con su firma el éxito de sus películas y el aumento en los costos de publicidad determina que aquellos brillantísimos trabajos a pluma, que ocupaban páginas enteras de diarios como “La Nación” y “La Prensa”, desaparezcan, Venturi se aleja de la “Guaranteed Pictures” desde la que marcara nuevos rumbos en materia publicitaria y artística.

Pero el hoy Don Osvaldo M. Venturi, a pesar de no ocupar aquellas posiciones fulgurantes, continua realizando gran cantidad de afiches para los más importantes “films” presentados en nuestro país, y estamos seguros, porque lo conocemos, que este gran artista ocupará próximamente el mismo lugar que en una oportunidad tuviera.

Las otras facetas artísticas de Venturi, si bien poco conocidas - como todo lo artísticamente puro -, no por ello o tal vez por eso mismo, es menos brillante. Y en los últimos años ha realizado una galería interesantísima de pasteles tanto en flores como en retratos, que son, a su decir, “una verdadera satisfacción artística”. Dentro de lo pictórico es destacable, por sus valores estéticos como por la difusión que el mismo ha tenido, el mural que pintó para el “hall” del cine “Neptuno” de Mar del Plata. A pesar de que no refleja ni por asomo la calidad plástica del original, reproducimos en estas páginas una foto de dicha obra.

Teniendo varias fotos de la película inglesa “Hamlet”, de Lawrence Olivier, Venturi dio su propia interpretación. En ello, precisamente, radica la capacidad del artista: saber aprovechar las fotografías para realizar una obra absolutamente personal. Ha colocado en el dibujo algunas cosas que la mecánica fotográfica no puede captar, pero sí un artista inteligente. Habuscado valor en la composición, en la expresividad, en las manos, ha dado carácter a los personajes; los ha idealizado, dando así vida a las escenas. Esa es la gran diferencia entre la exacta y mecánica fotografía y la sensibilidad del arte.

lunes, 4 de octubre de 2010

De cómo vender una obra maestra del terror

Esto de acá abajo es una hoja de prensa (press sheet) del doble programa Obras Maestras del Terror / The 4-D Man en la que figuran los diferentes modelos de aviso para periódico promocionando la película.

El distribuidor, en este caso U.S. Films Inc., imprimía estas hojas y las enviaba a los dueños de las salas, quienes podían comprar el clisé (ad mat) que mejor se ajustara a sus necesidades y presupuesto.

¿Que eran los clisés? Planchas de zinc o goma con el diseño del aviso y un espacio en blanco a rellenar con los datos de la sala (en la parte inferior, donde dice "
Theatre") que se enviaba al periódico para su impresión.

Lo de atrás también sirve

En la imagen de un afiche existe mucha información útil sobre su historia: quién produjo y distribuyó la película, qué aspecto de la misma se privilegiaba como argumento de venta, quién fue el encargado de ilustrar el afiche, qué imprenta (y con que tecnología) se hizo cargo de su impresión, etc. En sus marcas de uso también se puede leer su importancia como objeto histórico: ¿fue plegado en los bordes para encajar en una marquesina más chica que el tamaño estándar?, ¿fue colgado con chinches o con cinta?
Para quien quiera ir aún mas allá, la parte de atrás de un afiche ofrecerá a veces cosas como:











El sello de la distribuidora que manipuló el afiche (en este caso dos de Bahía Blanca, "Cinematografía Sabanés" y "Nutriente S.A.")

Un número de inventario escrito a mano seguramente por un distribuidor para encontrar el afiche deseado en su depósito. (Escrito en espejo para poder verlo desde cualquiera de los dos lados una vez que el afiche estuviera plegado)





El título de la película y un sello indicando que el frente del afiche no tenía el sello de aprobación de la municipalidad para ser exhibido en la vía pública.






Los integrantes de la comisión directiva de algún club.