martes, 29 de septiembre de 2009

Tipos de afiche: según tamaño

Desde los inicios del cine en el país, se han usado distintos tamaños para la impresión de los afiches promocionales. Los tres más conocidos son:

UN PLIEGO o ONE SHEET (110x75 cm.)
Es el tamaño estándar desde aproximadamente los años cuarenta. A fines de los años 90 pasó a ser de 100x70 centímetros.

Afiche argentino de La bestia humana (1954) dirigida por Daniel Tinayre. Debajo del título, se puede ver el nombre original del texto de Emile Zola en el que la película está basada ("La bête humaine"). Esta práctica de escribir debajo del título en español y entre paréntesis el título original es común en casi todos los afiches argentinos de películas extranjeras, pero extremadamente raro en los afiches de películas de producción nacional. Foto de Jazmín Sanchez (gracias!)



DOS PLIEGOS o 2 SHEET (150x110 cm.)
Exactamente el doble de grande que el de un pliego. Se usa desde la época muda sólo para algunos estrenos.

Afiche de dos pliegos de Fuego (1968) de Armando Bó, estrenada el 23 de septiembre de 19671. Foto de Jazmín Sanchez.




MEDIO PLIEGO o HALF SHEET (75 x 55 cm.)
Su tamaño es la mitad de un afiche de un pliego.

Afiche de Una nación en marcha (Wells Fargo, 1937) dirigida por Frank Lloyd. No estoy seguro de si fue creado para el estreno original o para una reposición posterior. Está impreso mediante serigrafía por "Pub. Marín, Rosario"







Otros tamaños conocidos son 65x35 cm., 150x300 cm. (ambos usados en la época muda) y otros formatos utilizados actualmente para promoción en la vía pública.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Se puede leer la historia en un afiche de cine

Los afiches de cine son (desde hace un tiempo) objetos coleccionables y de un incuestionable (a veces mayor, otras menor) valor estético, pero son también mucho más que eso.

Son documentos visuales representativos de una época, de políticas de promoción y distribución cinematográfica, de técnicas de impresión, del trabajo de ilustradores y dibujantes, y a veces en ellos se puede leer también un poco de la historia nacional.

"Con la revolución de 1943, el Ejército, entonces al frente del Estado, se hizo cargo, absolutamente, de la administración de los honores a San Martín. Se instituyó, el 17 de agosto de ese año, la Orden del Libertador San Martín, condecoración destinada al reconocimiento de los servicios prestados al país o a la humanidad por personalidades extranjeras, asociando así el mayor premio otorgado por la Nación a la figura intachable del padre de la patria. Por otra parte, el Instituto Nacional Sanmartiniano, corporación surgida en 1933 por iniciativa privada, también pasó a depender del Ejército en 1944, después de la celebración del aniversario sanmartiniano de ese año. Perón asistió a la celebración en su calidad de vicepresidente de la Nación y en el desfile participaron, junto a los militares, delegaciones sindicales. El coronel sembraba y la cosecha sería abundante. En 1949, la ley 13.661 declaró a 1950, centenario de su muerte, Año del Libertador General San Martín. La apoteosis sanmartiniana se renovaría cada día de los 365 de 1950 y el general Perón, imbuido como militar y político, del fervor patriótico que convenía a un conductor de pueblos como él, encontró el escenario ideal para impulsar la causa de la reelección que le había habilitado la reforma constitucional. El culto al prócer le servía de maravillas para catequizar con el ejemplo de los grandes hombres y el respeto y la admiración debidas a quienes lo daban todo por la ventura de su patria. " (La dignidad como obligación.Por Aurora Ravina. Publicado en Página 12)

Huellas de esa ley 13.661, que podría haber ayudado a Perón a conseguir su reelección se ven, por ejemplo, en este afiche de La puerta del cielo (La porta del cielo, 1945) dibujado por Luis Mezzadra e impreso en "Lito Fénix" en el patriotico año de 1950.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Ermete Meliante 1

Como dijimos antes, son muchos los artistas que pusieron su trabajo al servicio de la promoción de las películas, no sólo en afiches, sino en anuncios publicitarios, carteleras, etc. Dijimos también que aunque la gran mayoría quedó en el anonimato por no estar sus trabajos firmados, sí conocemos los nombres de muchos de ellos. Del primero que hablaremos es Ermete Meliante, dibujante y caricaturista en el diario Crítica y revistas como Dinamita, Media Suela, La revista dislocada, Caricatura y Patoruzú, así como autor de varios afiches de cine nacional. Actuó tambien en varias peliculas entre 1926 y 1953, usualmente en pequeños papeles.


A continuación, algunos recuerdos sobre el artista, extraídos de la publicación "Ermete Meliante, dibujante de ilusiones" editado por el Archivo Di Film.

Ermete Meliante. Un recuerdo de Roberto Di Chiara.

Un día me propuse conocer personalmente al dibujante Ermete Meliante que firmaba los afiches de cine de la mayoría de las películas argentinas. Ni remotamente pensaba que sería tán fácil. En primer lugar, me dirigí a las oficinas de Argentina Sono Film y una de las empleadas me entregó la dirección sin hacer preguntas.
Después de estar 10 minutos en el atelier, junto al maestro que tanto admiraba, entendí el por qué de ese rápido informe de la empleada de Sono Film. La puerta de entrada estaba siempre abierta en el departamento de la planta baja allá en la calle Estados Unidos. Cómo no iba a estar abierta si más que un hogar era una peña artística que funcionaba las 24 horas. Cuando menos se los esperaba, llegaban Roberto Escalada o Mecha Ortiz portando un paquete de yerba o una botella de buen vino para compartir el tiempo mientras Ermete daba los últimos toques a un colorido afiche. Las caricaturas brotaban más de su imaginación que de las fotos o modelos en vivo. Lástima que los argentinos siempre fuimos tan descuidados para guardar aquello imposible de rescatar cuando el tiempo pone distancias insalvables. Cómo me gustaría encontrar alguno de sus primeros originales. Aquellas maravillosas caricaturas de los políticos y artistas de los años 30...
También recuerdo sus apariciones en la pantalla componiendo tipos muy característicos, con esa presencia de "mexicano" con grandes patillas y un peinado muy abultado, y su clásica elegancia. Era muy cuidadoso en su vestir. A tal punto que incluso cuando vestía de sport, lo hacía con mucho cuidado, observando la combinación de sus formas y colores como si fuese un cuadro. Durante muchos años, Ermete Meliante le impuso un sello inconfundible a sus trabajos. Los afiches que guardo celosamente en mi archivo reafirman sus cualidades creativas y son un motivo más para decir que "todo tiempo pasado fue mejor".

Retrato de conjunto en el Club Gente de Cine, el 24 de mayo de 1958, celebrando el 50 aniversario del estreno de "El fusilamiento de Dorrego". De izquierda a derecha, de pie y de cuerpo entero: Enrique Lucchetti, Antonio Ber Ciani, Ermete Meliante, Florén Delbene, Carlos Dux, Francisco Antonio Izzo, María Padín e Ilde Pirovano (fuente de la foto: Catálogo Acceder)